Una vida de
lujos, violencia, persecuciones y una muerte a manos de sicarios.
La colombiana Griselda Blanco,
quien llevó una vida típica de novela centroamericana, fue una narcotraficante
y miembro de cartel de Medellín, conocida en la década del 70 como “la reina de
la cocaína” y mentora de Pablo Escobar,
fue asesinada a balazos por sicarios en la ciudad de Medellín.
El crimen se llevó a cabo en la
ciudad de Belén, cuando Blanco de 69 años, salía de una carnicería de este
barrio siendo sorprendida por dos sicarios que le efectuaron dos balazos en la
cabeza. Un crimen similar al que, según las autoridades, ella ordenaba ejecutar
en la décadas del 70 y 80.
Griselda Blanco, también conocida
como “La madrina” por la policía norteamericana y la “Viuda negra” por los
narcotraficantes, por haber matado a dos de sus tres maridos; nació en
Cartagena de Indias, Colombia y a los tres años se mudó con su familia a Medellín.
A sus inicios con tan solo 11
años, junto con un grupo de compañeros de su edad, secuestró a un niño de clase
acomodada y al demorar los padres del menor la negociación del rescate, Blanco,
le disparó, matándolo en el acto.
Durante su adolescencia, Blanco
se había convertido en una carterista. A los 14 años huyó del lado de su madre
por ser agredida físicamente por ella. Esto la obligó a volcarse a la
prostitución hasta la edad de 20 años, cuando se casó con Carlos Trujillo,
quien fue su primer marido y padre de sus tres hijos.
A Blanco se la conoció por su
idea de exportar cocaína a Estados Unidos, llegando a traficar hasta 1500 kilos
de esa sustancia.
En abril de 1975, fue acusada de
cargos federales por conspiración de drogas, ella huyó a Colombia antes de que
pudiera ser detenida, pero a finales de 1980 regresó a Miami.
Finalmente en 1985 fue detenida
por las autoridades de Estados Unidos, a través del estado de Florida, donde se
enfrentó a una condena de casi dos décadas por el cargo que se le había
adjudicado cinco años antes y luego fue deportada a Colombia en el 2004, donde
se mantuvo escondida hasta su muerte.
Sofía Pastoriza
Como no vamos a perder con los colombianos si son los numero 1 en drogas, se pichicatean y salen a la cancha jajaja
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