miércoles, 12 de septiembre de 2012

El génesis del libro:
Los orígenes del libro remontan a las primeras manifestaciones pictóricas de nuestros antepasados relatando escenas cotidianas del entorno natural.
En China, en el segundo milenio a. C., los libros se hacían con láminas de bambú unidas con cuerdas, la seda fue utilizada posteriormente. En Egipto las tablillas de madera o marfil del iv milenio a. C., fueron reemplazadas por los volumina, rollos de papiro, escritos con tinta, más ligeros y más fáciles de transportar.
En la edad antigua y media, los libros eran escasos y costosos. Estaban escritos a mano y en grandes pergaminos que eran custodiados en algunas bibliotecas. Acceder a un libro era privilegio de pocos ya que obtener información comprendía un gran poder.
Con  la imprenta, se inicia la época de expansión bibliográfica, de la modernidad y del pensamiento crítico, facilitado en la actualidad con el acceso a la información.
Según su etimología la palabra libro (del latín liber, libri) es una 'membrana' o 'corteza de árbol', según su concepto es una obra impresa, manuscrita o pintada en una serie de hojas (más de 49) de cualquier material, unidas por un lado y protegidas con tapas.
            Poco parece todo lo que se diga sobre este gran invento, es demasiado frío para describir lo que en realidad es un libro en su esencia.
            Un escritor plasma su alma, sus vivencias, sus estudios, su ser en esas páginas. Tanta verdad se puede hallar encerrada en un frágil trozo de papel, como emociones puede transmitir una palabra.
No dejemos que las tecnologías nos quiten el placer de humedecer los dedos ansiosos por degustar el ser de un libro. No importa en qué página decidas empezar, el libro te hablará.

Sarah Dornell

No hay comentarios:

Publicar un comentario