martes, 11 de septiembre de 2012

La quinta es la vencida

El británico Andy Murray se consagró campeón del US Open.

En una de las finales más largas de la historia del US Open Andy Murray derrotó al serbio Novak Djokovich en un emocionante partido que duró 4 horas y 54 minutos. 



Luego de 76 años volvió a ganar el Grand Slam un británico, el último había sido Fred Perry en el año 1936. Tras perder cuatro finales Murray logró levantar el trofeo de campeón.
El escocés sigue ascendiendo, sin dudas éste ha sido un gran año para él que se mete entre los tres mejores tenistas del mundo y está en carrera de llegar al primer puesto. No le será fácil olvidar el 2012, primero ganó la medalla de oro en los juegos olímpicos y ahora logra su primer título de Grand Slam.
                La duración del partido refleja que fue un encuentro muy parejo. Se jugó a 5 sets, los dos primeros fueron para Murray 7-6 y 7-5. Inmediatamente Djokovic remonta el resultado ganando los siguientes sets por 6-2 y 6-3 mostrando así una gran superioridad sobre el británico y obligando la definición en un quinto set donde el escocés se mostró mejor físicamente y se quedó con el partido logrando una victoria contundente 6-2. 
                Cuando fue consultado sobre como había sido el camino al título, Murray declaró:
Fue duro porque perdí partidos muy parejos en semifinales y cómodamente en mis primeras finales. Generalmente no se nota el trabajo físico que uno realiza cada semana para tratar de que cuando llegue nuevamente ese momento estar mejor preparado para competir cuatro horas largas en alta intensidad. Fue muy duro pero me siento un afortunado de poder hacerlo. Sin embargo cuando uno está tantas veces tan cerca de alcanzar su sueño, que siempre el mío fue ganar un título de Grand Slam, empiezan las dudas. Estoy feliz de haber manejado todo esto hasta lograr mi sueño y por todos quienes trabajan conmigo porque han compartido conmigo muchos de ellos desde mis comienzos y saben lo que he vivido dentro y fuera de la cancha.”
               Murray supo manejar bien el partido y finalmente en su quinta final pudo llevarse el título que tanto soñaba. 

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