Hasta hace algunos
años, las redes sociales eran exclusivamente “físicas” ya que solo era posible
tener contacto con familiares, amigos, compañeros de trabajo y / o conocidos.
Actualmente eso ha cambiado y es posible entablar relaciones mediante internet
con personas desconocidas, y que probablemente no conozcamos nunca. Pero ¿Qué
pasa con las empresas? ¿Aprovechan activamente el fenómeno de las redes
sociales? ¿Es positivo que las utilicen? Sobre estos y otros puntos opinó
Daniel Carranza, integrante del departamento de Marketing de Punto Digital,
quien además comentó acerca de los inicios, sentido y buen uso de las redes.
El nacimiento de las redes sociales
on-line se remonta a 1995 con la creación de classmates.com, que pretendía
mantener el contacto entre ex universitarios; pero el auge llegó en 2003 de la
mano de MySpace. “Las redes sociales lo que tienen ahora es un tema de novedad
importante. MySpace fue la que más creció pero lo que hizo Facebook fue
‘masivisar’ el fenómeno, llegando más al usuario común”, sostuvo el
entrevistado.
En nuestro país, “la explosión
aterriza sobre fines de 2008 y se popularizan gracias a los medios de
comunicación que empiezan a hacer referencia a Facebook porque algunos
políticos tenían perfiles en esa red”, agregó.
Desde los inicios la relación con
las empresas ha sido estrecha al emplearse por los escalones sociales más altos.
Carranza indicó que “LinkedIn es una red social para empresas y profesionales
que sirve para generar contactos de negocios y buscar empleo”.
En estas comunidades virtuales, un
grupo inicial de participantes envía una invitación a otras personas para que
se integren a ellas. Los nuevos integrantes repiten la “fórmula” y así es como
van creciendo.
La edad no importa
Si bien el experto mencionó que el
grupo etario que más usa las redes es el comprendido entre los 20 y los 30
años, esto no es un inconveniente para las empresas ya que “rápidamente se van
expandiendo entre públicos más amplios”. Pero ¿Les ha modificado la vida a los
usuarios? Daniel Carranza respondió con una teoría personal: “Yo creo que ni la
gente ni las mismas redes sociales tienen muy claro para qué sirven” y añadió
que “antes, los usuarios podían realizar las mismas acciones que desarrollan
ahora con las redes sociales porque ya existían el chat, el mail y los sitios
para compartir videos y fotos”. El cambio se da porque páginas como Facebook
“aglomeran todos esos elementos y agregar funciones, pero no trabajan sobre una
función clave”.
Las empresas nacionales y las comunidades virtuales
Según el entrevistado “en Uruguay las empresas
utilizan las redes sociales de dos formas diferentes: pautando en ellas y
estando presentes como entidades”. Sobre lo primero, manifestó que esa acción “ha
crecido sustancialmente en los últimos meses, obteniéndose buenos resultados
traducidos en la cantidad de clicks sobre los avisos”. En cuanto al segundo
punto, Carranza aseveró que algunas compañías “optan por tener una página
propia, aunque se ha adoptado más lentamente (…), también se puede generar
publicidad viral a través de ellas”.
Herramientas
Las empresas deben estar al tanto de
los pro y contra de este fenómeno porque si “se aprovecha bien sirve como medio
de publicidad”, subrayó el profesional. Las claves son tener un objetivo
específico y una participación efectiva.
El máximo aprovechamiento consiste “básicamente
en tener siempre contenidos porque la respuesta del público está íntimamente
relacionada con lo que éste recibe”, agregó.
Un elemento esencial es el factor
emocional que en Facebook se aprecia en páginas de artistas donde los usuarios
se pueden hacer “fans” o como funciona actualmente, darle “me gusta”. Daniel
Carranza sostuvo que “con productos es más complicado porque la fidelidad es
menor”, por lo que para captar al público hay que brindarle nuevos objetos “para
que siempre haya algo interesante para ver, volver y comentar”, dijo.
Por otra parte comentó que la
interactividad es muy importante: “muchas veces cuando se dejan los comentarios
abiertos y hay resistencia de un usuario, otros salen a defender el producto”.
Esto es mejor que prohibir la expresión como lo hacen algunas empresas reacias
a las críticas. “Estamos en un período de transformación de los clientes; han
dejado de ser simples consumidores para ser prosumidores (profesionales y consumidores) y participar
activamente en la creación de bienes y servicios”, expresó.
Hablando del funcionamiento interno
de las compañías, el entrevistado indicó que “hay investigaciones que reflejan
que el tiempo que pierden los trabajadores consultando su perfil en las redes
sociales es mucho”. Como alternativa a ellas, pueden crearse otras formas de
comunicación que sean realmente internas y que ofrezcan las mismas
herramientas: actualización automática de libreta de direcciones, visibilidad
de perfiles y generación de contactos.
Carolina Maubrigadez
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